sábado, 8 de julio de 2017

Ya no será lo mismo volver a Valdivia (es que “me aprieta la camisa”)

(Artículo que publiqué el 22 de junio de 2012 en www.elmostrador.cl, recién enterado del accidente que pocas horas después terminó con la vida de nuestro querido Nelson Schwenke).

Unas semanas atrás, caminando bajo la llovizna por la costanera de Valdivia y su mercado fluvial, expresaba mi gozo de vivir de nuevo esa experiencia, lúdica, de estar en una de las ciudades más bellas de Chile. Unos desafiantes lobos marinos, recostados en el pavimento, fuera del río, me obligaron a torcer la ruta.

Muchos años ha, una tarde distendida de cigarros, calle y vereda, a la salida de la jornada colegial, el único compañero de curso que algo tocaba la guitarra nos cantó una canción que, en broma, nos señaló que era de su autoría. Los presentes nos contentamos y le celebramos el tema, por la agradable melodía y una letra en la que reconocimos pellejerías y paisajes urbanos cotidianos. Tiempo después supimos que el verdadero creador de la canción, bajo la metáfora de un viaje, era un dúo valdiviano.

Antes de partir a mi última visita a Valdivia, hace menos de un mes y por razones laborales, conté a mis amigos en facebook que haría tal. Titulé el breve párrafo con “Lluvias del sur”, y agregué un link al tema de Schwenke y Nilo que se pasea por la geografía física, urbana y humana de la región de Los Ríos como ya lo quisiera enseñar cualquier profesor. Porque Angachilla, el Calle-Calle, Collico y la calle Picarte son como están descritas en la canción.

Vista del río Calle Calle desde la Universidad Austral, en Isla Teja

A fines de octubre del año pasado, en un local de Peñalolén, tuve la última oportunidad de escuchar en vivo al dúo que ya no residía, estudiaba o creaba en Valdivia. Por supuesto que ya no eran iguales a cuando, tantas veces en la década de los ochenta o noventa, pude apreciarlos en diversas jornadas, en distintos escenarios, con la misma línea de su serena propuesta musical y su desgarradora poesía. Más todavía: el propio Nelson hizo una broma acerca de los problemas, de salud y familiares, de quienes ya superaron los cincuenta años de edad.

Este viernes 22 de junio, desde anoche en realidad, a contrapelo de lo que se señala en su canción más emblemática, Schwenke y Nilo hacen noticia. Y reconozco que me sobrecoge, lágrimas incluidas, a esta hora de la tarde de un día triste, el inicio del cotidiano programa radial de Julio César Rodríguez, que se suma a la pena y al homenaje a Nelson. Me duele esta “moda Cerati”. Y les pido disculpas por lo demasiado personal del texto escrito; pero creo que también son compartidas por miles de chilenos, especialmente por los amigos y compañeros de mi ochentera generación, por los que aman la música, por todos quienes se conmueven con las “cifras de la Unicef”.

Lo siento, querido Nelson. No tengo tu fuerza para describir con letras el dolor. Ni menos tu capacidad musical para embellecer las palabras. Es más: apenas alcanzo a contarte que en Santiago, cuando es ya invierno pero no llueve, “mi cigarrillo solo se ha consumido, sin poderlo fumar…”.

Video subido a youtube por el usuario ibh3130

El viaje
(Schwenke y Nilo)

Señores denme permiso
pa'decirles que no creo
lo que dicen las noticias
lo que cuentan en los diarios
lo que entiendo por miseria
lo que digo por justicia
lo que entiendo por cantante
lo que digo a cada instante
lo que dejo en el pasado
las historias que he contado 
o algún odio arrepentido.

Para que ustedes no esperen
que mi canto tenga risa
para que mi vida entera
les quede al descubierto
para que sepan que miento
como lo hacen los poetas
que por amarse a sí mismos
su vida es un gran concierto
déjenme decirles esto
que me aprieta la camisa
cuando me escondo por dentro.

Y si alguno quiere risa
tiene que volver la vista
ir mirando las vitrinas
que adornan las poblaciones 
o mirar hacia la calle
donde juegan esos niños
a pedir monedas de hambre
aspirando pegamento
pa' calmar tanto tormento
que les da la economía
cierto que da risa...

Pero yo creo m que saben
donde duermen esos niños
congelados en el frío
tendidos al pavimento
colgando de las cornisas
comiéndose a la justicia
para darle tiempo al diario
que se ocupe del deporte
para distraer la mente
para desviar la vista
De este viaje
Por nuestra historia
Por los conceptos...
Por el paisaje...


1 comentario:

  1. Sólo lloro... yo tuve la oportunidad de ir al mismo local de Peñañolén a escuchar por primer vez al dúo sólo con Nilo. Nelson había partido hacía poco mas de un mes y fue muy pero muy emocionante cuando utilizó la magia de la tecnología para conformar el dúo que siempre habían sido cantando El viaje y tantas más... para parar los pelos.

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